BAILAR EL SILENCIO
Danse le Silence sigue mi viaje iniciático en el mundo de los sordos y va al encuentro de personalidades luminosas y decididas a hacer oír la voz del silencio y cometer la afrenta de una danza magnífica para sacudir las certezas ancladas que hacen rimar “bailar” y “ escuchar". Así, Danse le Silence cuenta historias de la realidad y, a través de lo singular, toca lo universal: la comunicación es una necesidad biológica vital. Quienes no tienen problemas de audición dan por sentada la comunicación verbal y no prestan atención al hecho de que para las personas sordas la conversación no transcurre fluidamente. La sordera es mucho más que “no poder oír”, también es “no poder comunicar”. Nuestra sociedad normativa a veces necesita una descarga eléctrica para abrir los ojos a lo que no ve. Por lo tanto, Danse le Silence crea conciencia sobre la “desventaja de comunicación compartida” entre el mundo de los sordos y el de los oyentes y nos anima a superar esta desventaja comenzando por una comprensión de qué son la sordera y la cultura de los sordos. La película también muestra el poder de la danza para comunicar. Es una oda a la expresión corporal y al silencio, un homenaje a la lucha diaria de las personas sordas en su integración a la sociedad.
Más que una película, “Dance the Silence” es una experiencia cinematográfica original e innovadora que consiste en hacer oír el silencio, hacer visibles las ondas vibratorias y permitir a los espectadores “acceder” a la realidad sensorial de las personas sordas.
Un documental innovador
Inicialmente una carta...
A mi madre…
Entrecierras los ojos ante tu dedo que se mueve para imitar a esta lombriz que se burla de la gallina sorprendida que interpretas pellizcándote el hueco de las mejillas con los dientes. De este recuerdo resuena en mi mente la risa de nuestros niños aferrados a tus cuentos mimados. Este es el comienzo de tu aprendizaje del lenguaje de señas. Es muy divertido ver las emociones reflejadas en tu rostro de esta manera. Los códigos de decoro que han prohibido los gestos e impuesto el uso de máscaras frías para camuflar nuestras emociones, son el momento de estas sesiones de aprendizaje, interrumpidas por el lenguaje de señas. Por lo tanto, estamos como prohibidos frente a esta cultura sorda, que sin embargo tiene su singularidad francesa, por cortesía.
Usted es médico, no tiene ningún vínculo con la sordera excepto la atracción por el lenguaje de señas. Se empiezan a ver los problemas de comunicación que genera esta discapacidad invisible, empezando por la dificultad para acceder a la atención. Entonces vas a luchar por esta comunidad. Este mundo estuvo amurallado en silencio durante tanto tiempo. Te inspirarás en lo que ocurre en otras partes del mundo para crear una unidad de atención a personas sordas en el centro hospitalario de Rennes.
Mamá, soñé con esta película. Me pareció un homenaje a tu lucha pero también un eco de mi juventud. La expresión tímida y corporal fue mi salida y otra forma de expresarme. Bailar me permitió valorarme un poco más, ganar confianza en mí misma. Sabías lo importante que era la danza en mi vida, me animaste a seguir practicando y aprendiendo nuevas expresiones corporales: cubana, africana, andaluza… cada vez con un reaprendizaje total de los códigos y técnicas relacionados con ella. Podría hablarte durante horas sobre esta pasión que también compartimos por los frenéticos ritmos malienses. Empecé a dar clases de baile cuando era estudiante. Ahí me enseñaste que muchas personas con discapacidad auditiva estaban ansiosas por aprender a bailar. Verlos bailar rítmicamente sobre el piso flotante cubierto por las ondas vibratorias generadas por el djembé fue una emoción sin igual.
No hago señas, me gustaría aprender, pero mientras tanto, la danza me ha permitido romper esta barrera del idioma, esta dificultad de comunicación. Es posible percibir toda la emoción que transmite la franqueza de los movimientos, el puchero de un rostro, el corazón de un gesto, la delicadeza de un salto, la fuerza de una mirada…. En resumen, no se escribe un poema para una lengua que lo es.
Entonces mamá, gracias por permitirme encontrar la cultura sorda y por apoyarme en mi baile. Me temo que como lo era antes de subir al escenario, me gustaría mucho que este homenaje esté a la altura de todas las historias que nos ofrecerán las personas que aceptaron ser parte de esta aventura, a la altura de su lucha, a la altura de mis esperanzas.
Ni que decir tiene que, como directora de la fundación, Marie Ridoux renuncia a los x derechos que podría recibir por la película y, en su caso, serán donados directamente al fondo de donación para prefigurar la Fundación Jean-Jacques Puyoo, en su totalidad. transparencia.
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